El Nuevo Día

Acto 2

Esaí Morales:
“Para mí, Raúl fue como un padre”

El actor puertorriqueño rememora cómo conoció a Raúl Juliá, así como la relación estrecha que surgió entre ambos desde entonces

Escrito por: Eliezer Ríos Camacho
Foto: Archivo de la Familia Juliá

Cronología

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Colega, maestro, amigo, hermano, padre… todos estos papeles los encarnó Raúl Juliá para Esaí Morales en el escenario de la vida real.

El veterano actor puertorriqueño nacido en Nueva York, con una trayectoria que supera las cuatro décadas en teatro, cine y televisión, no puede evitar emocionarse cuando rememora cómo conoció al legendario histrión santurcino y la huella que dejó en su persona como artista y compatriota.

Esaí Morales.
Esaí Morales.
📷 Foto: Archivo de El Nuevo Día

“Yo digo que, para mí, Raúl fue como un padre, porque cuando lo conocí tenía 18 años. Estaba acabado de graduar de la escuela superior y conseguí mi primer papel en Shakespeare in the Park, como uno de varios intérpretes de Ariel en ‘The Tempest’. Raúl era ‘Próspero’, el protagonista. Yo crecí sin una figura paterna y mi mamá se oponía a que yo me dedicara a la actuación. Por eso, en ese momento, conocer a Raúl y verlo como eje de aquella producción me inspiró y me motivó. Aprendía de verlo, de su ética de trabajo, su disciplina, su energía”, rememora Morales, quien conversó con El Nuevo Día desde Londres, donde filma su segunda intervención estelar en una cinta de la franquicia “Mission: Impossible”.

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“Para mí, Raúl era como de otro planeta. Era especial, era mayor que yo. Venía de Puerto Rico; él se crió en su atmósfera, no era inmigrante, o hijo de inmigrante como yo, en Nueva York, que éramos los ‘outsiders’, él no tenía eso. Era nacido y criado en Puerto Rico, bien educado, no era la historia del que venía de luchar de la nada. Él no era lo que la gente en Nueva York veía o quería ver de los puertorriqueños; él estaba cómodo en su propia piel. Hasta tenía su acento, pero no dejaba que eso le restara valor”, reflexiona Morales.

De aquel encuentro en las tablas en la Gran Manzana nació una amistad de la que Esaí guarda anécdotas únicas.

“Hay una historia que siempre cuento y es que una vez Raúl me invitó a comer y yo era un muchachito bien tímido para comer y decía que no me gustaban los mariscos, porque no los había comido, a lo mejor unos camarones. Pero Raúl me lleva a Chinatown a uno de esos restaurantes que quedan en sótanos y nos sirven un balde de cangrejos y yo le digo que yo no comía eso y él me responde con aquella voz profunda y con cara de patrón: 'Te vas a sentar, te lo vas a comer y te va a gustar'; y la cosa es que terminé comiéndome el balde de cangrejos”, rememora entre risas.

Con el paso del tiempo, las carreras de ambos actores tomaron rumbos diversos; Juliá continuó combinando sus presentaciones en Broadway con la incursión en el cine. Mientras, Morales se mudó a California para cimentar su carrera tanto en televisión como en la pantalla grande. Por casualidades del destino volvieron a trabajar juntos una vez más en la que sería la última película protagónica de Juliá, la aclamada producción para la televisión “The Burning Season”. El filme está basado en la historia real de Chico Mendes, un recolector de caucho brasileño que protesta contra el gobierno y los desarrolladores que quieren talar parte de la selva para construir una carretera.

Extracto del diálogo entre “Chico”, interpretado por Raúl Juliá, y “Jair”, a quien Esaí Morales dio vida en la película “The Burning Season: The Chico Mendes Story”.
Extracto del diálogo entre “Chico”, interpretado por Raúl Juliá, y “Jair”, a quien Esaí Morales dio vida en la película “The Burning Season: The Chico Mendes Story”.
📷 Foto: Archivo de la Familia Juliá

“Una noche, durante una pausa en el rodaje, saqué una guitarra porque estaba aprendiendo a tocar, y comencé a tocar las partes que me sabía de ‘En mi Viejo San Juan’ y Raúl comenzó a cantarla con esa voz y la cantó tan linda que seguí acompañándolo como pude. Iban a grabarlo, pero él no quiso, así que ese es un recuerdo que solo tenemos quienes lo vivimos”, destaca.

Ese segundo encuentro profesional con el actor le llevó a confirmar aquellos detalles que hacían único a Raúl Juliá.

“El arte, el talento, no es algo que se puede medir con números; se mide con el corazón, con sentimiento. Él era un artista que no permitía que a su alrededor bajara el nivel de calidad, de técnica, había que estar en su punto más alto, listo en todos los aspectos para dar vida a un personaje, para contar una historia. Requiere dedicación, requiere inteligencia y una disciplina que no se puede fingir, y todo eso él lo tenía”, asevera Morales.

De Raúl Juliá, Esaí abrazó una lección adicional, la de poner su voz y la atención que su nombre pueda provocar en el público al servicio de causas en beneficio de la humanidad. El bienestar de la comunidad latina, con sus necesidades particulares, encontraron unos aliados en ambos actores.

“Existe una responsabilidad con la comunidad puertorriqueña y con mi gente latina en general, porque yo soy chicano honorario. La mayoría de mis personajes latinos han sido mexicanos y los represento con orgullo y dignidad. También creo que la mejor manera de representar a mi gente, al latino en general, es haciendo el mejor trabajo y siendo la mejor persona posible; en lugar de hablarlo, hacerlo, hay que vivirlo. Mi orgullo no es uno explosivo, soy más tímido, mi orgullo lo llevo dentro, pero si me rascas, me encuentras la mancha de plátano. Estoy orgulloso de ser puertorriqueño. En ese sentido, Raúl Juliá hizo lo que yo quiero hacer: abrir puertas a través de mi trabajo. Y él como activista se dedicó al bienestar de la raza humana, a luchar contra el hambre, Y lo hizo sin publicidad, sin aspavientos. Él siempre fue una figura digna. Por eso, es importante mantener su recuerdo vivo. Que los jóvenes aprendan quién fue él, qué hizo”, recalca.

Al pensar que ya son treinta años sin la presencia física de Juliá, Esaí confiesa que siente que fue temprana su partida.

“A lo largo del tiempo he trabajado en proyectos en los que he pensado: ‘Fíjate, Raúl hubiera estado brillante en ese rol, pudo haber actuado de nuevo conmigo, ser mi amigo, mi tío, mi padre’. También valoro que cuando ya yo estaba establecido en Los Ángeles, él tuvo el detalle de ir a visitarme a mi casa. Para mí, fue como si un hermano mayor me hubiera ido a ver”, puntualiza.

Finalmente, al conversar sobre la relevancia que tiene recordar a Raúl Juliá y su legado, Esaí sentencia: “Cualquier oportunidad de honrar a Raúl, a su figura y su cuerpo de trabajo, es un honor para mí”.

1944

Raúl Rafael Carlos Juliá y Arcelay nace en San Juan el 9 de marzo.

Cursó estudios elementales en el Colegio Espíritu Santo, en Hato Rey, y se graduó del Colegio San Ignacio de Loyola, en Río Piedras.

Raúl Juliá durante una presentación teatral estudiantil en el Colegio San Ignacio de Loyola, en Río Piedras.

📷 Foto: Archivo de la Familia Juliá

1964

Tras comenzar estudios en la Universidad de Fordham, en Nueva York, regresa a la isla, donde se graduó de bachillerato en Artes en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.

Luego, recién graduado de la universidad y con 20 años, vuelve a Nueva York, donde se presenta ante Wynn Handman, director del American Place Theater, con quien debuta ese mismo año en la obra “La vida es sueño”, del dramaturgo español Pedro Calderón de la Barca.

Raúl Juliá en momentos en que estudiaba en la Universidad de Fordham, en Nueva York.

📷 Foto: Archivo de la Familia Juliá

1968

Es descubierto por el legendario productor y director teatral Joseph Papp y debuta en Broadway con la pieza “The Cuban Thing”.

Raúl Juliá cuando llegó a Nueva York en busca de alcanzar su sueño como actor.

📷 Foto: Archivo de la Familia Juliá

1971

Debuta en el cine con un papel secundario en la cinta “The Panic in Needle Park”, protagonizada por el actor Al Pacino.

Ese mismo año recibe su primera nominación a los premios Tony por su actuación en la pieza de William Shakespeare “The Two Gentlemen of Verona”. Juliá se convierte en favorito dentro del programa de Shakespeare in the Park de Nueva York, donde encarnó los personajes principales de “Othello”, “King Lear”, “The Tempest”, “Hamlet”, “The Taming of the Shrew” (junto a Meryl Streep), “As You Like It” y “The Cherry Orchard”

Raúl Juliá en una presentación de “King Lear”, de William Shakespeare.

📷 Foto: Archivo de El Nuevo Día

1972

Participa en el musical de rock “Via Galactica” en Broadway, Nueva York, donde interpretó al personaje de “Gabriel Finn”, un recolector de basura espacial.

Raúl Juliá entre trampolines como parte del musical “Via Galactica”, musical que, a nivel de innovación teatral, marcó un antes y un después en las producciones de Broadway.

📷 Foto: Archivo de la Familia Juliá

1974

Obtiene su segunda nominación al premio Tony por su actuación en “Where's Charlie?”.

Raúl Juliá en una escena de la producción del musical “Where's Charlie?” en el teatro Circle in the Square, en Nueva York.

📷 Foto: The New York Public Library

1976

Se casa con Merel Poloway, con quien procrea dos hijos: Raúl Sigmund y Benjamín Rafael.

Recibe su tercera nominación al premio Tony por su rol en “The Threepenny Opera”, de Bertolt Brecht.

Raúl Juliá durante su boda con la actriz Merel Poloway, que fue oficiada por el gurú hindú Baba Muktananda.

📷 Foto: Archivo de la Familia Juliá

1977

Protagonizó la vuelta en escena de la obra “Dracula”, en Broadway, cuya actuación fue bien recibida por la crítica teatral.

Raúl Juliá en la versión de Broadway de “Dracula”.

📷 Foto: Archivo de la Familia Juliá

1978

Vuelve al cine con la cinta “The Eyes of Laura Mars”.

Resumé que Raúl Juliá repartía a los directores cuando llegó a Nueva York en busca de trabajo como actor.

📷 Foto: Archivo de la Familia Juliá

1979

Regresa a Puerto Rico para participar en la filmación del largometraje “Isabel, la Negra”, junto a Miriam Colón, José Ferrer y Miguel Ángel Suárez, bajo la dirección de Efraín López Neris.

Afiche de la película “Isabel, la Negra” en la que Raúl Juliá interpreta a “Paulo”.

📷 Foto: Archivo de El Nuevo Día

1982

Le llega su cuarta nominación al premio Tony por su actuación en la pieza “Nine”.

Raúl Juliá en una escena del musical “Nine”.

📷 Foto: The New York Public Library

1985

Coprotagoniza junto a William Hurt la aclamada cinta “Kiss of the Spider Woman” por la que obtiene el premio al Mejor Actor del National Board of Film Review, así como una nominación al Golden Globe al Mejor Actor. Hurt le dedica el premio Óscar al Mejor Actor que ganó por el filme.

Ese mismo año, Juliá realiza su segunda actuación para el cine puertorriqueño, y la más recordada, en la cinta “La gran fiesta”, del director puertorriqueño Marcos Zurinaga, junto a Daniel Lugo y Cordelia González.

Icónica escena de Raúl Juliá en la película “La gran fiesta”.

📷 Foto: Archivo de Marcos Zurinaga

1987

Vuelve a ser dirigido por Marcos Zurinaga en el filme “Tango Bar”.

Raúl Juliá interpretó al personaje “Ricardo” en el filme “Tango Bar”.

📷 Foto: Archivo de Marcos Zurinaga

1988

Tiene un papel estelar en la popular cinta “Tequila Sunrise”, protagonizada por Mel Gibson, Michelle Pfeiffer y Kurt Russell.

Raúl Juliá en una escena en el filme “Tequila Sunrise” de 1988.

📷 Foto: Archivo de El Nuevo Día

1989

Recibe su segunda nominación al premio Golden Globe por su papel secundario en la película “Moon Over Parador”.

Protagoniza la película “Romero”, en la que encarna al desaparecido monseñor Óscar Arnulfo Romero.

Raúl Juliá en su papel como monseñor Óscar Arnulfo Romero, quien organizó protestas pacíficas contra el violento régimen militar de El Salvador.

📷 Foto: Archivo de la Familia Juliá

1990

Coprotagoniza el largometraje “Presumed Innocent” al lado de Harrison Ford. Unos 34 años después, dicho filme se convierte en una exitosa serie protagonizada por el actor Jake Gyllenhaal en el servicio de “streaming” Apple TV+.

El abogado Alejandro “Sandy” Stern (Raúl Juliá) conversa con su cliente Rusty Sabich (Harrison Ford, derecha) y su esposa Barbara (Bonnie Bedelia) durante el juicio en el que Sabich, un fiscal, es acusado de asesinar a una mujer con la que tenía una relación extramarital en el filme “Presumed Innocent”.

📷 Foto: Archivo de El Nuevo Día

1991

Protagoniza la película taquillera “The Addams Family” en el personaje de “Gómez”, junto a Anjelica Huston y Christina Ricci. El filme se convierte en un éxito global al recaudar $191.5 millones en taquilla.

Raúl Juliá durante una escena de la película “The Addams Family”.

📷 Foto: Archivo de El Nuevo Día

1992

Realiza su última actuación en Broadway en su último rol protagónico del musical “Man of La Mancha” en el papel de “Don Quijote”, junto a Sheena Easton como “Dulcinea”.

Raúl Juliá como “Don Quijote” en el musical “Man of La Mancha”.

📷 Foto: Archivo de la Familia Juliá

1993

Retorna al papel de  “Gómez” en la secuela “Addams Family Values”.

La secuela gira en torno a los ajustes de la familia ante el nacimiento del nuevo bebé Pubert.

📷 Foto: Archivo de El Nuevo Día

1994

Regresa a la pantalla grande en la cinta “Street Fighter”.

Ese mismo año estelariza la película para la televisión estadounidense “The Burning Season”, en la que personificó al activista ambiental Chico Mendes. En esta cinta actúa junto a Edward James Olmos, Sonia Braga, Luis Guzmán y Esaí Morales.

Raúl Juliá fallece en el North Shore University Hospital, en Nueva York, el 16 de octubre. Tenía 54 años. Su cuerpo está enterrado en Buxeda Memorial Park, en Cupey.

Familiares, amistades, admiradores y figuras públicas acudieron a despedir a Raúl Juliá, cuyo cuerpo reposa en Puerto Rico.

📷 Foto: Archivo de El Nuevo Día

1995

Por su actuación en la película “The Burning Season: The Chico Mendes Story”, Juliá recibe de manera póstuma los premios Emmy, Golden Globe y Screen Actors Guild, al Mejor Actor. Su esposa, Merel, recibe el premio Golden Globe en su nombre con un poderoso y conmovedor discurso.

Libreto de Raúl Juliá cuando interpretó a “Chico Mendes”.

📷 Foto: Archivo de la Familia Juliá